martes, 17 de marzo de 2015

Reseña: de Palos y Piedras de Madeleine Urban y Abigail Roux.


.Volumen 2 de la Serie Cortar y Correr
La secuela de Cortar y Correr

Resumen: Seis meses después de casi perder la vida ante un asesino en serie de Nueva York, los agentes especiales del FBI Ty Grady y Zane Garrett, van a pasar por algo todavía más escalofriante: la monotonía del trabajo de oficina. Cuando se les ordena marcharse de vacaciones por el bienestar mental de todo el mundo, Ty toma el toro por los cuernos y lleva a Zane a su casa, en el Oeste de Virginia, esperando que el silencio y la paz de las montañas les dé la oportunidad de explorar la atracción explosiva que, por el momento, han sido incapaces de reconciliar con su asociación profesional.

Ty y Zane, junto con el padre y el hermano de Ty, suben los montes Apalaches para realizar una relajante y agradable ruta en la profundidad de los bosques... donde nadie puede oírles gritar. Se encontrarán a sí mismos encarando el peligro que les llega desde todas direcciones: el clima impredecible, las implacables montañas, los animales salvajes, otros senderistas con nada que perder, y el reto más peligroso de todos: enfrentarse el uno al otro.


Reseña:

La novela no podría empezar mejor, presentando a Ty y Zane en medio de un escenario en el que deben poner en marcha todos sus sentidos para salir victoriosos. En medio de la trepidante acción se van intercalando pullas que hacen gala de un humor mordaz y mucha complicidad, y justo cuando su lado temerario y el amor por el riesgo salen a relucir la cosa acaba… Bueno, eso no vamos a contarlo porque sería estropear una de las partes que más disfrutamos, pero basta decir que es la mejor manera de comenzar una historia que hemos leído.

En esta ocasión Burns no los va mandar a una misión, sino de vacaciones. Pero parece que estos chicos tienen un don para verse envueltos en situaciones peligrosas, y en lugar de descansar y disfrutar de la naturaleza, van a tener que luchar contra unos señores muy simpáticos que han decidido ir a delinquir a las montañas. Con el plus añadido de tener que hacerlo con parte de la familia de Ty, ya que invita a Zane para que lo acompañe a casa de sus padres. Y eso es un gran paso, lo pinten como lo pinten es una “presentación” en toda regla.Como curiosidad nos sorprendimos tanto como Zane al enterarnos de que Ty sabía tocar el banjo.

La familia de Ty es bastante pintoresca. Tiene un hermano, Deacon, que es psiquiatra. Su madre, Mara, es una mujer encantadora con mucho carácter, y su padre Earl, es  muy exigente y rudo, una ricura… Pero el miembro que más nos ha impactado, y del que nos declaramos fans incondicionales es el  abuelo Chester, y su inseparable pala. Su particular sentido del humor y  el hecho de que le resbale lo que los demás puedan pensar, nos ha cautivado.

A lo largo de la historia se revelarán hechos significativos del pasado de Ty, que explican muchas cosas de su manera de actuar, algunas serán sorprendentes, mostrando facetas que hasta ahora desconocíamos del personaje, haciéndolo más humano y cercano. Con tanto accidente encadenado Ty acabará al límite, mostrando su lado más vulnerable y enfrentando lo que siente por Zane.

Y entre tanto momento dramático, se van intercalando algunas escenas sumamente divertidas y/o sensuales. Hay una que involucra a Ty y un hacha…

El final nos resultó inesperadamente tierno para esta pareja tan “explosiva”, pero no cursi, simplemente una escena llena de naturalidad, franqueza y sencillez, que nos dejó con ganas de más, y viendo el adelanto de la tercera parte no sabemos si reír o babear, probablemente ambas. Lo que sí sabemos es que esperamos que sea pronto, porque esta serie se pone cada vez mejor.

Le damos un 4’5 de 5, nos gusta tanto esta pareja que echamos de menos algo más de interacción solo entre los protagonistas.

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